Deseos de cosas imposibles by Jessika Pérez

Hola, aquí les dejo la primera pauta que realicé para mi Taller de Escritura Creativa, una vez corregido por mi profesor, espero que les guste y ojalá algún día me anime a usarlo como prólogo y en base a el continuar una historia más completa. No me queda más por decir, salvo que esta vez tanto la trama como los personajes son producto de mi imaginacion.

Besos!!

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DESEOS DE COSAS IMPOSIBLES

Por Jessika Pérez

Matthew no sabía que un simple acontecimiento podía cambiar su vida drásticamente, solamente lo supo en esa solitaria calle, una fría mañana de febrero, al chocarse accidentalmente con Antonella, cruzándose como dos flechas en sentidos opuestos unidas sin embargo por un punto en común. Antonella venía distraída, pensando en las diversas cosas que tenía pendiente cuando sintió el ligero golpe y levantó la vista, encontrando delante de ella a un chico a simple vista arrogante. Él la miró tratando de esconder su asombro. “Fíjate por donde caminas, chiquilla”, le dijo. Ella alzó la barbilla y le dedicó una mirada fría siguiendo su camino sin siquiera darle una disculpa. Matthew se quedó viendo a la chica y por un momento se perdió en sus pensamientos siendo traído a la realidad nuevamente por el sonido de su teléfono. Era su primo Ethan acordándole de la reunión con motivo de su compromiso.

De eso hacía ya varios días y esa chica había cambiado su forma de ver las cosas simplemente recordando sus profundos ojos azules cuando sus miradas se cruzaron, tanto así que nunca pudo ver a nadie de la misma forma. Fue entonces que creyó en el amor a primera vista. Cada día pasaba por la misma calle, tomaba las diferentes direcciones que indicaban las señalizaciones deseando toparse con ella de nuevo, pero nada sucedía. Matthew perdió el interés por las cosas sin importancia que solía hacer anteriormente, así no se conocieranél quería ser para ella más que el niño rico que estaba acostumbrado a ser. Estaba terminando de arreglarse para asistir a la fiesta de Ethan, deseando que existieran los milagros y poder ver a su amor secreto en dicha reunión. Sí, Matthew McCarty había empezado a creer en milagros. Bajó al salón donde lo esperaba su madre y partieron hacia la recepción.

Al llegar a su destino se le aceleró el corazón, se le cortó la respiración y sus manos empezaron a sudar cuando vio a la reluciente rubia de ojos azules junto a Ethan hablando tranquilamente con él. Se acercaron y su primo los saludó animadamente, luego pasó algo con lo que Matthew no contaba:

– Les presento a Antonella, mi prometida – dijo Ethan.

La joven se dio vuelta y alzó la mirada topándose con esos ojos oscuros que por una u otra razón no habían salido de su cabeza desde ese febrero. Las miradas de los dos jóvenes se encontraron y en ese momento supieron dos cosas: Que los cuentos de hadas no existen y que los milagros tampoco. Se saludaron cordialmente echando a un lado los sentimientos. Su prometido no se merecía una traición de su parte y menos sabiendo los dos que no faltaba mucho tiempo para que Ethan muriera.